EQUILIBRIO EMOCIONAL Y PSICOLÓGICO: Conceptos como Equilibrio Emocional y equilibrio psicológicos están relacionados con las maneras como los individuos se desenvuelven o las formas cómo reaccionan de acuerdo al entorno a los estímulos y situaciones a los que se enfrenta a diario. Según la Organización Mundial de la Salud (2001) la salud mental está relacionada con el comportamiento según fluctuaciones de la vida cotidiana. La sanidad mental de una persona se manifiesta cuando existe un equilibrio entre sus deseos y la realidad que vive, es decir, cuando se vive armónicamente con el entorno y con las posibilidades que la vida nos ha dado en los aspectos psíquicos económicos y físicos o simplemente cuando aceptamos los familiares que tenemos y las relaciones buenas, o no tan buenas, no muy buenas o regulares que entablamos con ellos.
EQUILIBRIO PSICOLÓGICO
Ser una persona
equilibrada desde el punto de vista psicológico supone mantener cierta
estabilidad en lo que se refiere a humor, emociones y sentimiento, reaccionar
psicológicamente con moderación antes los diversos estímulos externos, de una
forma proporcionada y mantener un cierto autocontrol de los impulsos y de la
vida instintiva. Según A. Vallejo (Psicólogo egresada de la UCV) el equilibrio
emocional permite al individuo estabilizar las emociones y canalizar de forma
adecuada las alteraciones que puede sufrir su estado de ánimo. En general el
espíritu de todas las personas oscila entre extremos opuestos; una parte
placentera y otra que puede generar o inducir a depresión o dolor. Podemos
decir que una persona esta desequilibrada psicológicamente si es demasiado
sensible a los acontecimientos externos, reaccionando exageradamente hacia los
mismos (reacciones vivenciales anómalas), o si su actitud es frágil o
inestable, con lo que cualquier cosa es capaz de derrumbarla, conduciéndola
hacia el desánimo, la tristeza o el pesimismo o por cualquier motivo por
insignificante que sea estalla en una alegría exagerada. Algunas personas
pueden tener cambio de humor sin motivo aparente, cuando las oscilaciones
emocionales son muy marcadas, y se producen fases de contenido opuesto, es
decir, euforia o depresión de larga duración se puede pensar en la posibilidad
de que el individuo presente no de un trastorno de personalidad sino de una
psicosis maniaco-depresiva llamada también bipolaridad.
En algunas ocasiones el
desequilibrio psicológico puede proceder del campo de los impulsos, afecta a
personalidades explosivas o implosivas muy irritables a causa de motivos
insignificantes o situaciones que no tienen gran trascendencia, pero antes las
que reaccionan de forma brusca y desproporcionada, a veces incluso de forma
agresiva. Otras ocasiones la falta de equilibrio proviene paradójicamente de un
exagerado equilibrio que lo que refleja en realidad, es una anomalía psíquica
más o menos graves, puede ser el caso de personas que casi carecen de
sentimientos
Las personas que gozan de
equilibro psicológico reaccionan con moderación y de manera proporcionada ante
estímulos externos, dominan impulsos, luchan por mejorar situaciones adversas,
confían en sus propias capacidades su afectividad es estable y en general
cumplen tres características
·
Poseen el grado justo de sensibilidad. No actúan
de forma exagerada con gritos o lloros desproporcionado; pero son capaces de
sentir compasión, vergüenza, tiene conciencia ética
·
No pierden el control. Conocen sus limitaciones
y aptitudes. Valoran sus capacidades. Se enfrentan al contratiempo e intentan
solucionarlo sin acudir a vías de escape: drogas, alcohol
·
No reprimen la expresión emotiva. Saben
compartir, pedir ayuda u ofrecerla por lo que podríamos concluir según el
artículo de la revista Página de la Vida ser una persona equilibrada significa
desde el punto de vista psicológico mantener cierta estabilidad en lo que
refiere al humor emociones y sentimientos.
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